
MÁLAGA Y EL CARMEN
Málaga y el Carmen
La historia de la devoción de una ciudad
El vínculo de la muy noble ciudad de Málaga con la Virgen del Carmen hay que buscarlo siglos atrás. Los padres carmelitas se asientan en El Perchel en el año 1680. Antes del templo carmelitano, había situado junto a la playa una ermita dedicada a san Andrés apóstol, patrón de la marinería. La progresiva ampliación del barrio de pescadores hizo que dicha ermita se quedara pequeña para los cultos, por lo que la capilla del convento de san Andrés de los carmelitas pasó a convertirse en templo parroquial.
Los primeros datos sobre la primitiva hermandad datan de 1755. Se sabe que durante los cultos de la Virgen del Carmen, durante varios años del siglo diecinueve, se organizaba una feria en torno a la festividad marinera. También, en los siglos dieciocho y diecinueve, se consideraba a la Virgen del Carmen patrona popular de la ciudad de Málaga.
La progresiva extensión de la ciudad llevó consigo la devoción a las nuevas periferias, como el marinero barrio de Huelin o la Colonia Santa Inés, en la zona alta de Teatinos. En este primero, las primeras edificaciones fueron pequeñas casas de planta baja para pescadores. El nuevo barrio necesitaba un templo, y se construyó la pequeña parroquia de san Patricio, donde desde los años 50-60 del siglo pasado ya salía la procesión del Carmen. Con la ampliación del barrio y los grandes edificios, se hizo necesario un templo de mayor tamaño, que es el actual, pasando el anterior a ser hoy la capilla del Carmen en la calle Las Navas.
A comienzos del siglo veinte, con el nombramiento oficial de la advocación del Carmen como patrona de la Armada Española, se hizo patente de manera institucional lo que el pueblo venía haciendo desde mucho antes, y es la vinculación de las gentes del mar con Nuestra Señora del Carmen, además de que en Málaga los carmelitas hicieron mucho bien por la ciudad, como construir una fuente para abastecer de agua a El Perchel, trayendo el agua canalizada desde el arroyo del cuarto, o la atención a los enfermos, tanto en epidemias, guerras o en tiempos de paz.
Cuentan las crónicas de periódicos locales como las fiestas en honor a la Virgen del Carmen eran la mayor expresión de júbilo de la ciudad, que vivía su momento culmen el día de la procesión y embarque de la sagrada imagen. Como dato curioso, el siglo pasado la novena de la parroquia perchelera en honor a su titular empezaba en torno al 13 de Julio para acercarse al día de salida, el 25 de Julio, día de Santiago festivo en la España de la postguerra.
